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La actualidad del mercado laboral, firme protagonista de la transformación digital, vive un momento muy incierto, lo que nos puede llevar a pensar que los futuros empleos seguirán este camino de incertidumbre. Con las crisis y la inestabilidad, hemos visto cómo profesiones consideradas de primer nivel, como arquitectura o ingeniería, se veían relegadas a papeles vagos y poco demandados. Aun así, y a pesar de que el panorama de a entender la imposibilidad de determinar el porvenir laboral, se pueden predecir las futuras demandas de empleo.
El imparable desarrollo de la tecnología y el crecimiento de la digitalización no tienen por qué deteriorar las perspectivas laborales. Es cierto que muchos vaticinan que gran parte de los trabajos actuales, que no requieren creatividad y se llevan a cabo mediante procesos cognitivos básicos, serán automatizados por las máquinas.
Otros muchos aseguran que el mito de que los robots nos sustituirán es algo ya poco creíble, debido a que la creatividad, la sensibilidad y la espontaneidad de las personas es difícilmente sustituible por las máquinas.
En pocas palabras, miles de empleos que hoy conocemos serán destruidos o reestructurados por las tecnologías, pero éstos serán sustituidos por otros tantos oficios nuevos. Esto hará que nuestros hijos e hijas trabajen en profesiones, la mayoría de ellas, completamente nuevas. Te adelantamos que muchas de ellas estarán ligadas a la salud, la inteligencia social y creatividad y a la tecnología:
Muchos de los puestos de administración y burocráticos verán reducida su demanda, al contrario que los puestos con gran relación personal, como cuidadores/as y enfermeros/as, que verán aumentado su requerimiento. Como recoge ‘El Espectador‘, en este sector los empleos relacionados con el trabajo físico y manual serán los más demandados de aquí al año 2030,debido al envejecimiento de la población. Médicos, enfermeras, terapeutas físicos, odontólogos… son solo algunas profesiones relacionadas con el mundo de la salud que más demanda contarán en el futuro.
El crecimiento y envejecimiento de la población traerá grandes necesidades en estos sectores que abarcan amplias profesiones que van desde Psicología hasta el cuidado de personas. Debido a los cambios poblacionales y sociales que se vivirán, este perfil también abarcará gran parte de las otras profesiones, y exigirá a los/as empleados/as dominar habilidades como la inteligencia emocional y la flexibilidad cognitiva. Es decir, las competencias tecnológicas y las Ciencias Humanas deberán ir de la mano, tanto en la enseñanza como en el oficio.
Además, la disgregación de las familias, algo que viene ocurriendo desde hace ya varios años, y la creciente soledad, originada al rodearnos de tecnología, hará que cada vez más personas necesiten contratar expertos en Psicología y guías espirituales.
Los datos, el petróleo del siglo XXI, serán los elementos más preciados de estos años. Expertos en el Big Data (o los conocidos Chief Data Officer) y en el manejo de datos serán muy demandados por las empresas. Éstas buscarán ofrecer servicios cada vez más personalizados y contarán con empleados expertos en encontrar patrones de conducta entre la gran cantidad de datos que manejan. Estadísticos/as, matemáticos/as, programadores/as e ingenieros/as informáticos/as o de datos serán los perfiles más buscados a la hora de cubrir este tipo de puestos dedicados a identificar y mantener nuevos clientes.
Cada vez más personas, bancos, instituciones y empresas necesitan de alguien con conocimientos en seguridad y privacidad online para borrar u ocultar sus pasos de la red. Las medidas de protección de datos serán unas de las más demandadas por los/as empleadores/as en un futuro cercano. Incluso, actualmente, ya existen gran variedad de ofertas de empleo en ciberseguridad. La economía se traslada al mundo digital y es imperativo para las empresas e instituciones la protección de ésta de los posibles ataques cibernéticos.
Este sector será uno de los más afectados por la automatización; buenas noticias para los empleadores, pero no tanto para los empleados. Cajeros/as, reponedores/as y transportistas verán como desciende su demanda y observarán un notable ascenso de los puestos relacionados con la gestión de grandes informaciones y de sendos conocimientos tecnológicos.
Las empresas buscarán predecir la futura demanda de consumo de los clientes y contratarán asesores de ventas, encargados de educar a los consumidores y crear sendas relaciones de confianza con ellos. Esta responsabilidad requerirá de una mejor preparación y de mayores habilidades sociales que las de los vendedores actuales.
Los perfiles conocidos como UX será unos de los más populares de aquí a unos años. Nuestra vida se desarrolla cada vez más a través de los teléfonos móviles y la red, por lo que las empresas buscan desesperadamente personas expertas en conocer y gestionar las experiencias de los usuarios, ya sea con su producto como con sus aplicaciones y página web.
La transformación digital ya ha dado sus primeros coletazos en el sector financiero y seguirá notándose de aquí al 2030 a medida que contables, cajeros/as y vendedores/as desaparezcan y sean sustituidos por la tecnología. El aumento de las gestiones online y los futuros vaticinios del comienzo del uso de monedas cibernéticas, impulsarán las contrataciones de expertos en tecnología y conocedores del banco digital.
Programadores/as, diseñadores/as y supervisores/as serán los perfiles que más se buscarán en unos años, sobre todo debido al gran número de ventas de robots industriales. El mantenimiento de estos equipos requerirá de ingenieros en robótica, mecánicos expertos y de programadores. Lo mismo ocurre con los asistentes personales, que necesitarán de ayuda humana para responder sobre cuestiones que no están publicadas.
Camp Tecnológico lleva desde el 2011 con el objetivo de formar a los más jóvenes en las habilidades digitales que le sirvan para el futuro.