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La tecnología está en nuestro día a día y, por consiguiente, en la de nuestros/as hijos/as, tengan la edad que tengan. Ya hablamos del futuro tecnológico que se avecina y sobre la era digital en la que están sumergidos nuestros retoños, lo que nos lleva a muchos padres y madres a querer alejar a los/as más pequeños/as de la casa del alcance tecnológico durante todo el tiempo posible. A pesar de ello, no es una tarea sencilla y muchas veces cedemos y le dejamos la Tablet o el móvil para que se divierta un poco y esté tranquilo/a; sobre todo, durante las épocas estivales que son cuando más tiempo libre tienen.
Ahora bien, cómo y cuándo introducir a los niños y niñas en la tecnología es una cuestión que nos vuelve de cabeza a muchos padres y madres. Las preguntas ¿Cuándo le compro un móvil a mi hijo? Y ¿Cuándo es bueno que los niños y niñas comiencen a usar la tecnología?, son dos cuestiones estrella que muchos/as de nosotros/as nos planteamos a la hora de introducir a nuestro/a pequeño/a en este mundo digital. Por ello, hemos querido ayudar e intentar dar respuesta a esas cuestiones tan importante que todos, como padres y madres, tenemos. Allá vamos:
No es ni buena ni mala, se debe ver como una herramienta muy útil con la que pueden explorar el mundo, aprender a trabajar en equipo y relacionarse, adquirir nuevas habilidades … Todo ello dependiendo del control y la regularización que se tenga de su uso, por supuesto.
Es imposible, como ya hemos mencionado, aislar a niños y niñas de la tecnología, ya que hoy en día la tenemos por todos lados, por lo que un correcto uso de ella es la clave a la hora de que los y las peques aprendan a utilizarla. No es cuestión de prohibir, se trata más bien de saber trasladarles la información que necesitan para que aprendan a utilizar estar herramienta de forma sabia y equilibrada, lo que les aportará muchos beneficios futuros. Incluso los videojuegos favorecen la capacidad de nuestros/as hijos/as para resolver problemas, crear estrategias, motivarles para enfrentarse a nuevos desafíos… Lo principal es explicar a los/as menores cuándo y para qué se utiliza la tecnología, con el fin de crear unas pautas de uso beneficiosas para ellos/as.
Para evitar que esta útil herramienta se convierta en una adicción, debemos procurar que ni la tecnología, ni ninguna otra actividad, se conviertan en el centro de su vida. Como con ésta, e incluso con cualquier otra actividad, es importante mantener un control y un horario con el fin de evitar una dependencia y sus posibles consecuencias, como la reclusión social, el aislamiento, la falta de apetito o lo problemas de sueño. Estos síntomas pueden ser claros indicadores de que existe un problema más grande. Por lo tanto, la mejor manera de evitar esta situación de dependencia es la prevención con el mantenimiento de un horario y la combinación de diferentes actividades a lo largo del día.
¿Queréis un pequeño truco? Algunos papas y mamas bloggers aseguran tener la mayoría de sus gadgets ‘estropeados’, los cuales únicamente funcionan ‘a veces’. Un pequeño hack que les ayuda a evitar que sus hijos/as se pasen muchas horas con ellos y se conviertan en posibles adictos a estas herramientas.
No existe una edad concreta para introducir a los niños y niñas en la tecnología ni en la que los beneficios del uso de esta herramienta sean más provechosos que perjudiciales. Pero sí podemos afirmar que el uso de la tecnología debe ser gradual al paso de los años. Cuando son muy pequeños/as, deben tener una supervisión completa y usar los gadgets tecnológicos junto a sus madres y padres. Las tablets pueden usarse como premio, apoyo a otros juegos o para ver dibujos o pintar un poco, por ejemplo, pero nunca como el centro su vida. A medida que crezcan, el contacto con el mundo digital será cada vez más autónomo y podrán aprovechar todos los beneficios que éste ofrece, pero siempre, como y hemos comentado, con una regularización y un horario estipulada por los progenitores.
Esta respuesta es más complicada, debido a que depende de los padres y del/a menor. La presión social suele ser el principal argumento que tus hijos/as esgrimirán a la hora de pedirte uno propio: “Todos en mi clase tienen uno”. Y ya sabemos lo complicado que es salir de ese bucle. Por lo tanto, lo mejor en estos casos es preguntar directamente a otras madres y padres que ya han pasado por esa experiencia. La mayoría de ellos/as coinciden en que la mejor edad para regalarles su primer móvil es entre los 12 y 14 años y todos ellos tienen claro que nunca lo harían antes de los 10.
Pero, eso no significa que este consejo se siga a pies-juntillas en todas las casas . La realidad es que la gran mayoría de los niños y niñas de 11 años ya cuentan con un móvil; debido a que los/as peques comienzan a insistir para adquirir su propio terminal mucho antes de la edad deseada por sus progenitores. Está claro que contar con su primer móvil se convierte en un hito importante para ellos/as, en el que sus padres depositan toda su confianza dándoles una mayor responsabilidad sobre sus actos. Algo que, bien mirado y llevado, les ayuda a crecer y madurar dentro de su generación de ‘nativos digitales’, donde para ellos/as la tecnología se ha vuelto indispensable en su día a día.