Las primeras preguntas que pueden surgir para los lectores que no somos “programadores” a la hora de pensar en aprender a programar, estarían muy relacionadas con estas: ¿qué es programar? ¿para qué sirve? ¿qué aporta? ¿no será muy difícil? y más en concreto ¿programar en edad infantil, tiene sentido? En este pequeño post intentaré contestar a estas preguntas y hacer una reflexión sobre las mismas en base a diversos artículos leídos y mi propia experiencia. En primer lugar, si nos planteamos responder a las cuestiones podríamos escribir más de un libro al respecto, pero si buscamos una “definición” sencilla para entendernos; apuntaríamos que:

 “Programar es definir instrucciones para ser ejecutadas por un ordenador (ya que la máquina por sí misma no puede hacerlo) cuyo objetivo suele ser la resolución de un problema“.

Esas “instrucciones” se dan mediante un lenguaje o código específico previamente diseñado que tiene una sintaxis propia y que puede ser muy diverso ; por ello se han establecido similitudes entre el lenguaje humano y el lenguaje de programación. Parafraseando a Mitchel Resnick, afirma “yo veo la Programación (programar ordenadores), como extensión de la Escritura”. La escritura permite a las personas organizar, refinar y reflexionar sobre sus ideas y, programar, supone que las personas podamos “escribir” con un lenguaje en código y “crear” nuevos tipos de cosas, entre ellas juegos, apps o historias interactivas (si hacemos referencia a los más pequeños).

APRENDER A PROGRAMAR, PROGRAMAR PARA APRENDER

Mitchel Resnick, Phd. es profesor de investigación del aprendizaje y líder del grupo de investigación  Lifelong Kindergarten en el MIT Media Lab.

El aprendizaje del lenguaje de programación ya es un beneficio en sí mismo por el conocimiento y saber hacer que representa. En Camp Tecnológico compartimos la opinión de los expertos que afirman que  los resultados positivos de aprender a programar en edad infantil,son más amplios y transversales:

1. 1. Favorece la creatividad desde edades tempranas. Crear sus propios proyectos favorece su imaginación y les plantea pequeños retos con los que divertirse y aprender.
   2. Les ayuda a fijar la atención y a concentrarse, lo que repercute positivamente en los resultados académicos futuros.
   3. Mejora la capacidad de hablar y pensar de los niñ@s sobre problemáticas complejas.
   4. Fomenta el trabajo en equipo. Mayor colaboración (buscan asistencia y consejo en otros compañeros) y tendencia a formar grupos.
   5. Potencia la autoestima porque ven resultados positivos en su actividad.
   6. Obtienen mejores resultados en pruebas de matemáticas, razonamiento y resolución de problemas.
   7. Ayuda a desarrollar competencias como la lógica.
   8. Cuando trabajan con tecnologías conjuntamente, hablan usando más del doble de palabras por minuto.
   9. Es una actividad divertida por lo que aprenden más.
   10. Desarrollo de las habilidades cognitivas y socio-emocionales.

En estos momentos tenemos herramientas de programación adaptadas a un público infantil y juvenil, como Code.org o Scratchjr, entre otras. Estos programas tienen como objetivo empezar a programar en un entorno amigable y divertido, con aspectos básicos de los lenguajes de mayor nivel: variables, estructuras de control, sentencias, funciones, condiciones, operadores… Además, tal y como ya comentamos, buscan facilitar el desarrollo de diversas habilidades elaborando pequeños programas orientados a la resolución de problemas o a la creación de juegos sencillos. Se trata de aprender divirtiéndose. ¿Vas a dejar que tus hij@s se lo pierdan?