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Imaginaos la reacción de los alumnos más pequeños al ver llegar a un pequeño robot que se presenta como su nuevo compañero de aula. Para este experimento se usó el robot SANBOT en el Colegio Europeo de Madrid y se procuró que los alumnos y alumnas interactuaran con él durante el curso escolar.
“El objetivo principal del proyecto es comprobar que este tipo de tecnología puede funcionar en el aula. Igual que antes lo hicieron las PDI, las tabletas o, incluso, ahora la Realidad Virtual, un robot puede servir para crear nuevas líneas de aprendizaje”, cuenta Jorge Calvo, profesor y responsable de Tecnología e Innovación del centro.
Con este experimento el colegio también buscó saber si este proyecto era aplicable en el futuro y si podría adaptarse a los niveles y asignaturas propios de los centros escolares. Además, los profesores de las aulas donde el SANBOT compartió pupitre con los/as estudantes, debían observar si el robot se adaptaba al ritmo de la clase. El nuevo compañero se configuró y actualizó con el fin de acomodarlo a las necesidades educativa de cada curso, desde primaria hasta bachiller.
Durante este proceso, los más jóvenes interactuaron emocionalmente con el SANBOT haciéndole preguntas y obteniendo sus respuestas. Los/as alumnos/as de secundaria y de bachiller aprovecharon esta oportunidad para aprender los recursos tecnológicos que ofrecía su nuevo amigo robótico y pudieron trabajar en su programación y su desarrollo con un fin didáctico.
Mediante este evento, además de ofrecer a los y las estudiantes nuevos y útiles conocimientos, les animó a seguir aprendiendo gracias a este gracioso compañero. “los robots tienen ganado factores como la motivación y la curiosidad con su mera presencia”, mantiene Calvo. Debido a esto, muchos expertos piensan que el aprendizaje magistral está quedando obsoleto y que los sistemas didácticos basados en la robótica y en la Inteligencia Artificial (IA) podrían desplazar a los/as profesores/as casi por completo.
Pero, a pesar de que las nuevas generaciones demandan nuevos métodos de enseñanza y la clara ayuda que la robótica y la IA pueden ofrecer a las tareas docentes, como han demostrado escuelas en Londres o en Corea del Sur, ni los/as profesores/as se verán desplazados por la tecnología ni se debería demonizar la presencia de ésta en las aulas.
Estas nuevas herramientas ayudan a crear un ambiente más motivado entre los jóvenes y a realizar las tareas de seguimiento que, de otra manera, serían más difíciles de efectuar. Los robots pueden llegar a ser un recurso muy valorado para ayudar al desarrollo humano en muchos aspectos. Todo ello gracias a que se ocupan cada vez más de las tareas más sencillas, de corta duración, repetitivas y de poco esfuerzo intelectual. Por lo que, la profesión de maestro o maestra no debería ser uno de los puestos a cubrir por los robots teniendo en cuenta la complejidad de su labor. Pero sí pueden ayudar en las tareas repetitivas y de poco valor emocional como lo es leer una lección. Con este ejercicio pueden dar cobertura a los/as docentes y así lograr que éstos conecten mejor con sus alumnos/as. De esta manera transmiten experiencias a los/as estudiantes para enseñarles formas de resolver los problemas reales y gestionar sus emociones y frustraciones a lo largo de su vida, tanto personal como profesional.
En un futuro venidero, todos, sin importar nuestra profesión, necesitaremos contar con conocimientos de electrónica, ingeniería, programación, mecánica… Por lo que es importante que los centros educativos faciliten estos estudios a sus alumnos/as. Aunque, en muchas ocasiones, no pueden valerse de estas herramientas debido a que la gran mayoría no cuentan con los recursos necesarios para añadir estos elementos innovadores a sus aulas. Por este motivo, las empresas de robótica y tecnología somos las encargadas de acercar estos conocimientos a los más pequeños. Desde Camp Tecnológico llevamos los robots y las nuevas tecnologías a todos los jóvenes. Cumplimos este objetivo ofreciendo curso y eventos gratuitos además de talleres, campamentos y extraescolares. En ellos los más pequeños aprenden a utilizar estas herramientas clave del futuro de forma amena y divertida y se benefician con lo mejor de la tecnología.